En otras ocasiones hemos destacado la importancia de diferenciar la imaginación de la fantasía; la primera es la capacidad mental de representar las imágenes de las cosas reales o ideales, mientra que la fantasía es la percepción falsa de la realidad que solo existe en la mente de quien la imagina, por ejemplo, “los gigantes y encantadores eran fantasías de don Quijote”.
La imaginación y la exactitud son las capacidades que permiten al niño estudiar la historia y la geografía (entre muchas otras cosas); con la imaginación podrá viajar a través del tiempo y del espacio, y con la exactitud podrá hacer precisiones que la acoten.
En Taller se retoman los materiales de Casa de los Niños, pero esta vez, bajo la luz de la imaginación, con la facultad humana de poder ser exactos.
La imaginación y la exactitud son facultades de la mente que coexisten y se limitan una a la otra. Desafortunadamente estas facultades han sido vistas y educadas como separadas, e incluso opuestas, y se ha llegado a pensar que hay dos clases de seres humanos: el creativo y el científico.
María Montessori comenta al respecto que esto es una ruptura artificial, y reúne imaginación y exactitud como una unidad que pertenece al ser humano. En el libro “De la infancia a la adolescencia”, ella explica que la imaginación del niño requiere precisión, y dice que para que el niño visualice una realidad necesita ambas: imaginación y exactitud.
La imaginación es, por naturaleza, vaga, imprecisa e ilimitada, y nos puede dar una falsa idea de la realidad. Cualquier fenómeno puede ser sobre o subestimado, por lo tanto, para darle al niño una idea precisa de la realidad, usaremos aspectos cuantitativos, a los que llamaremos en geografía: “apoyos matemáticos”. La matemática constituye la disciplina de la imaginación, y en el niño está muy potencializada la alianza entre estas dos facultades.
Al principio es la guía quien ofrece los apoyos matemáticos. Se tendrán preparadas algunas gráficas y estadísticas; en los cartelones de geografía hay datos matemáticos. Más adelante, es el niño quien prepara estos materiales.
Para representar la realidad el niño necesitará del manejo de ciertas herramientas como el sistema métrico decimal, el área, el volumen, el porcentaje, las fracciones, los números decimales, etc.
Por ejemplo, se calcula cuánta agua beben los corales en un segundo y cuál es su equivalente en el ser humano. En un libro se encontró que en un segundo, un coral bebe lo equivalente a 30 litros de agua para un ser humano… Son 30 litros por segundo; 30 x 60 = 1800 litros por minuto; 1800 x 60 = 108,000 litros en una hora; 108,000 x 24 = 2,592,000 litros al día.
En historia se tendrán “líneas del tiempo”, en lenguaje se puede tomar un texto, analizarlo gramaticalmente y ver cuál es el porcentaje de verbos, adjetivos, etc., que tiene éste. Este es el enfoque de la educación cósmica, por lo que, tanto la imaginación como la exactitud, forman parte de ella.