Obviamente estamos hablando de los medicamentos alopáticos, ya que éstos tienen mayor materia, son componentes químicos, se administran a dosis ponderales (es decir, de acuerdo al peso, aunque en los adultos mayores de 40 kgs. las dosis se uniforman y todos reciben la misma cantidad, e incluso, hay quien los prescribe en adolescentes que pueden pesar más de 40kgs.), muchas veces vienen 2 o 3 medicamentos en la misma presentación lo que potencia estos efectos secundarios o adversos como es el caso de algunos antitérmicos usados en Pediatría.
¿Por qué esto es frecuente? La respuesta es porque se generaliza la dosificación y prescripción, no se toma en cuenta la individualidad de cada enfermo, casi todos reciben la misma dosis, la cantidad de sustancia es mayor ya que la cantidad de “materia” o sustancia química recibida por el cuerpo es mayor y hay efectos colaterales. Nunca se hacen estudios en humanos, todos los estudios farmacológicos se hacen en animales, especialmente ratones o cobayos, quienes manifiestas diferente toxicidad por pertenecer a otra especie animal, nunca podemos saber “cómo se sienten” y los hallazgos de los efectos o están ausentes o son poco manifiestos.
Por ejemplo: hace más de 40 años se usaba el ibuprofeno como antiinflamatorio para casos de artritis reumatoide porque su principal acción es antiinflamatoria y actualmente está de moda (hace 15 años) como opción para bajar la temperatura en casos de fiebre. La dosis que se recomienda en el empaque muchas veces es la mayor posible, para que los padres consuman mayor medicamento y esto aumente las ventas del producto. Otro frecuentemente usado contiene naproxén -antiinflamatorio- y paracetamol –antitérmico- y sus efectos secundarios son de causar gastritis (inflamación del estómago) y en casos de mayor susceptibilidad sangrado de tuvo digestivo en pacientes con predisposición a desarrollar úlcera de estómago. En adultos, para cualquier tipo de dolor de tipo reumático, se recomienda una presentación de naproxén hasta de 550mgs. que haría estragos en cualquier persona con estómago delicado y mayor de 60 años. El ácido acetilsalicílico (AAS) es otro ejemplo de posibles efectos nocivos y tal fue el caso del escritor Carlos Fuentes, quien con 84 años y buen estado de salud, estaba escribiendo sus memorias y 1 o 2 novelas nuevas y una madrugada tuvo un dolor intenso ingirió AAS volvió a su cama y posteriormente tuvo hemorragia digestiva secundaria que a su edad fue mortal de necesidad potr las complicaciones que generó después y falleció al llegar al hospital por hipovolemia secundaria al sangrado y descompensación orgánica secundaria a la falta de adecuado volumen sanguíneo.
Por ello los médicos siempre insistimos en que las personas NO deben automedicarse, deben acudir a su médico para tratarse y es este profesional el único indicado para administrar el tratamiento que se debe recibir porque hemos estudiado los fármacos que usamos y sabemos las indicaciones y contraindicaciones precisas de cada unió de éstos.
Cosa contraria ocurre con la Homeopatía porque tiene un abordaje clínico diferente; siempre las dosis son mínimas, los medicamentos son sustancias naturales especialmente elaboradas según la guía de preparación fármacohomeopática, SIEMPRE se individualiza el caso para hacer la semejanza de un medicamento individualizado para ese mismo paciente, de acuerdo a su padecer, NUNCA se tratan a todos por igual, la dosis es mínima (aquella que el paciente requiere para ser curado) y JAMAS tiene efectos secundarios porque al hacer las diluciones de cada medicamento, éste no tiene efectos tóxicos ni secundarios, no produce alergias ni resistencia alguna, NO SON SUSTANCIAS QUÍMICAS, son preparados que contienen energía que equilibrará al organismo para que regrese a la salud una vez que establezca la armonía que tenemos cuando estamos en estado de salud.
El consejo es:
• Acudir al médico que conozca nuestra forma de enfermar, nuestras características.
• No usar varios fármacos al mismo tiempo, sólo lo indispensable.
• NO AUTOMEDICARSE.
• El médico es quien conoce los efectos secundarios y nocivos de los medicamentos. Seguir sus indicaciones.
• No generalizar los tratamientos, cada quien desarrolla su PROPIA ENFERMEDAD.
• Tener mucho cuidado con niños que están en crecimiento y que tienen más variabilidad de acuerdo a su edad. No es lo mismo fiebre en un recién nacido que en un adolescente o escolar.
• Cuidar efectivamente las edades extremas de la vida (niños y personas de más de 60 años) por sus especiales peculiaridades.
• En alopatía hay rangos de administración, el médico es quien los conoce.
• LO MAS VALIOSO QUE TENEMOS LA VIDA Y NUESTRA SALUD.